Justin Bieber es una estrella mundial. Su primer álbum de larga duración, Mi mundo 2.0, lanzado en marzo de este año, no sólo debutó en el No. 1 en los EE.UU. sino que lo convirtió en el primer artista desde The Beatles en las listas de éxitos en un lanzamiento de primer año.
Pero no éxito a nivel mundial no le hace profeta en su tierra. El cantante de 16 años no está en la entrega de premios musicales más importantes de Canadá, la gala de Polaris Music Prize en septiembre.
El Polaris Music Prize es único premio nacional de música cuyo ganador es seleccionado de todos los géneros por un panel de críticos. Los críticos son seleccionados de una impresionante variedad de fuentes de medios en todo Canadá. Ellos eligen el Top 40 de la llamada “larga lista” de candidatos.
Luego, esos mismos críticos reducen la lista a los 10 principales. Al final, uno de los 10 es anunciado como el ganador en una gala, donde un segundo panel de críticos – “Gran Jurado” – les otorgaba un cheque por 20.000 dólares.
Una característica sorprendente del Polaris es que el artista debe ser ciudadano canadiense o residente permanente de Canadá. (En el caso de un grupo, por lo menos 50 por ciento de sus miembros deben cumplir los requisitos.)
El caso es que Bieber no pasó el corte. Pero no sólo eso. Además no ha conseguido ni un solo voto.
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